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La tarde que vivimos ayer en el José Camacho fue tremenda desde el punto de vista emocional en el partido que disputaron el Manzanares C.F. contra la U.D. La Fuente. Desde el principio se sabía que iba a ser uno de los choques más difíciles de la temporada, por la mala racha de juego y resultados que arrastraba el equipo y por la entrega y las ganas que iba a poner el rival.

En el primer tiempo, la red perfectamente tejida por Rubén Chamero, técnico de la U.D. La Fuente, surtió su efecto y apenas se generaron ocasiones por parte local.

En el segundo tiempo, con los cambios y con la entrada en escena de Gascón, el juvenil Rodrigo, la última incorporación del club y con David Lozano, la presión se intensificó sobre la portería de la U.D. La Fuente.

La tensión futbolística se incrementó a lo largo de la segunda mitad, con los locales volcados intentando perforar la puerta rival y con la U.D. La Fuente aguardando alguna oportunidad. Hubo una ocasión clarísima tras un disparo de Mamadou que se estrelló en el larguero y un posterior remate que el cancerbero visitante despejó in extremis, hasta que en los minutos finales, Dani Lozano alcanzó a rematar un centro desde la izquierda de Adri consiguiendo el único gol que a la postre campeó en el marcador.

La alegría de la parroquia local se desbordó, y fruto del inmenso éxtasis vivido captamos la instantánea con la que ilustramos esta breve crónica.

La Solana C.F. ha impuesto un ritmo infernal de competición y, si no queremos perder las opciones de ser campeones, hay que seguir sumando puntos como sea. El próximo domingo, el equipo viaja a Quintanar de la Orden.

Quizás sea otra buena oportunidad para narrar otra gesta balompédica.