El Marchamalo tiene siete bajas para el partido del domingo frente al Manzanares (Gabinete de Prensa: Juan Díaz-Benito)
Una situación complicada para un partido trascendente. Así afronta el Marchamalo la visita el próximo domingo del Manzanares, tres puntos de oro en juego y necesidad de sumar para respirar de manera más desahogada. Y situación complicada porque tienen siete bajas definitivas y confirmadas. Hay cuatro futbolistas sancionados con un partido por parte del comité de competición: Illana, Carlos de la Plata, el expulsado Tito y el que no aparecía en el acta federativa, Roberto Arias, expulsado una vez había concluido el partido. Cuatro sancionados además de tres lesionados que sigue con su particular proceso de recuperación, casos de Albarrán, Puma e Israel. El entrenador, Emilio López, pone a mal tiempo buena cara: "Es una oportunidad para que quienes tienen menos minutos se reivindiquen", ha señalado. La realidad, sin embargo, es que sólo dispone de 15 jugadores disponibles incluidos los tres porteros. Esto significa que deberá tirar de juveniles. Hay uno cuya presencia en la convocatoria está confirmada por el propio técnico. Se trata de Ballesteros, un extremo izquierdo que lleva tiempo ejercitándose con la primera plantilla. Aún así quizá necesite alguno más, algo que Emilio López decidirá en la sesión de entrenamiento de este jueves. "Hay que empezar a sumar de tres en tres. La gente está convencida de ello". El preparador no pierde el optimismo. Juegan en su estadio y eso siempre es una ventaja.
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