Victoria memorable frente a La Roda por 2-0.
Y es que el título de esta crónica se queda corto, porque el Manzanares C.F. Juvenil, frente a todas las adversidades posibles, frente a una cascada de lesiones y frente a la inmensa mala suerte que ha decidido muchos de los partidos jugados esta temporada, ha conseguido resurgir cual Ave Fénix y le ha regalado a sus incondicionales una trabajada y merecida victoria frente a la E.F.B. La Roda por un merecido dos a cero.
Después de los traspiés de Hellín y de Puertollano, con el meritorio empate por medio frente al Spórting de Alcázar, el equipo de juveniles del Manzanares C.F. afrontaba el partido de esta tarde prácticamente en cuadro, medrado por las lesiones, con apenas los efectivos necesarios para configurar el once titular.
La tormentosa tarde no presagiaba nada bueno para los franjiblancos, pero a partir del pitido inicial, la casta, el orgullo y la imperiosa necesidad de reivindicarse se apoderó de nuestros jugadores, los cuales, en todo un alarde de desgaste, de esfuerzo y de entrega hicieron las delicias de los privilegiados que hemos presenciado tan ejemplar espectáculo.
La primera parte fue un prodigio de fuerza por parte de los chicos dirigidos magistralmente por Vicente Arévalo, Javi Ruiz e Iván Díaz Benito. Con tres líneas perfectamente trazadas sobre el campo, sobresaliendo Hugo en la defensa, Guille y Pablo en el medio del campo y Blas en la punta de ataque, el Manzanares supo mantener el tipo y crear ocasiones frente a un rival de la entidad de La Roda, aunque la primera parte del choque finalizó con las tablas inciales.
El segundo tiempo nos deparó lo mejor. Con La Roda atacando y amenazando sin cesar la puerta defendida por Arturo con uñas y dientes, una contra del Manzanares C.F. protagonizada por Senén, acabó con el pase de la muerte al segundo palo para que Blas ejecutara un glorioso primer tanto de los azules. La alegría se desbordaba en los aficionados que acudieron al José Camacho, conscientes de lo difícil y complicado que se presentó el partido.
Pero el delirio llegó con el segundo gol local, esta vez debido a un gol en propia puerta de Mario Vázquez, que aseguraba tres puntos vitales de cara a seguir esperanzados con la permanencia en la categoría.
Todos los jugadores y todo el cuerpo técnico del Manzanares C.F. Juvenil se han ganado hoy el respeto y la consideración de la afición, porque han sacado adelante un partido cuando prácticamente nadie confiaba en conseguir nada positivo esta tarde.
Defendiendo la camiseta y el escudo como lo han hecho hoy estos jugadores, es imprescindible pensar que el futuro del Manzanares C.F. ha consolidado hoy una de sus piedras angulares, porque, más allá de la calidad individual, y más allá de de consideraciones tácticas y estratégicas, la actitud, el tesón, la confianza y la fé en las propias posibilidades garantizan sin duda un futuro futbolístico de lo más esperanzador.
La próxima parada, en Ciudad Real, frente al Manchego. Podemos conseguirlo. Eso es lo que ha quedado hoy demostrado.
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