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Opinión de Juan Díaz Benito 7 de Febrero de 2014

La junta directiva del Manzanares C.F. acertó en su momento y más cuando los resultados se le venían encima, supo prescindir de los servicios del anterior técnico, firmando probablemente a uno de los mejores técnicos de la región como es Guillermo Alcázar. En honor a la verdad posteriormente también rectificaron en el funcionamiento de la Escuela de Fútbol, algo que también era necesario, cuando se sabe rectificar hay que quitarse el sombrero y felicitar a quien lo hace. Guillermo Alcázar encontró un equipo descompensado en todas sus líneas, con problemas en portería, en defensa, en medio campo y sin un goleador que las enchufara. El grupo no tenia las dosis necesarias de "mala leche" para una categoría como el Grupo XVIII de Tercera División. Es evidente que lo más fácil hubiera sido decir que todo estaba bien, buscando así el que nos hubieran dicho lo bueno que somos. Torrente, tuvo que marcharse de Manzanares y no entrenaba los días necesarios, el técnico apostó por buscar un portero y además de garantías. Rodri, portero de garantías y además titular en el Gimnástico fue el elegido por el técnico y el acierto fue pleno y el día del Villarrobledo se comprobó. La defensa estaba justa, con pocos efectivos, un central derecho con experiencia y versatilidad era necesario. Agus, antiguo jugador del Manzanares, era el jugador y Guillermo supo buscar y pescar en Alcázar de San Juan. En medio campo los problemas se amontonaban tras la marcha de Rivero y la falta de un interior polivalente; está claro que encontrar un organizador de garantías no era fácil y más en Enero. Elias, probablemente el mejor medio centro de la tercera división estaba en Alcázar por lo que la operación estaba cantada al igual que lo de Rodri y Agus. El interior polivalente no era fácil, aunque con la llegada de Guillermo Alcázar y además si Moraga no jugaba demasiado en Villarrubia, tinto y en el jarro porque Moraga era de la máxima confianza del técnico cuando este estaba en Villarrubia la pasada temporada. Moraga vino al Manzanares y sin temor a equivocarnos será una grata sorpresa en lo que a su rendimiento se refiere de aquí a final de temporada. Carlos Arroyo, ha sido con la llegada de Guillermo, el mejor fichaje del Manzanares, el técnico conocía al jugador y le está sacando un rendimiento espectacular. Siete goles avalan a este jugador y yo apostaría porque en su anterior equipo se están rasgando las vestiduras por haberlo dejado salir en la pasada campaña. Resumiendo no nos ha sorprendido nada de este Manzanares del día del Villarrobledo porque conocemos a Guillermo Alcázar y sabemos que donde va si le dejan trabajar triunfa porque es uno de los técnicos con más talla de esta región. Aviso a quien corresponda, el proyecto de la próxima temporada con algunos retoque está casi montado; si uno de esos retoques es Rivero miel sobre hojuelas