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PRENSA MANZANARES.ES Guillermo Alcázar dirigió este jueves su primer entrenamiento al frente del Manzanares Club de Fútbol. Su primer mensaje a los jugadores fue de ánimo. “Para jugar al fútbol hay que estar alegres y por ello es fundamental levan

El entrenamiento del jueves en el “José Camacho” tuvo más expectación de lo habitual. Llegaba el nuevo inquilino del banquillo franjiblanco. Tras una pequeña charla dentro del vestuario con los jugadores, Alcázar saltó al terreno de juego junto al preparador físico, Juan Carlos Escudero, con quienes los futbolistas trabajaron la parte física previa a la sesión técnica con la que trabajaron el partido del próximo domingo a las cinco de la tarde ante el Mora. El míster dijo que su primer mensaje a los jugadores fue de ánimo. “Los resultados llevan a que ese estado de ánimo no sea el más óptimo y para jugar al fútbol hay que estar alegres”, declaró antes del entrenamiento. Alcázar no quiso pronunciarse en cuanto a las virtudes y defectos de un equipo que, como al resto de la categoría, conoce. “Desde la grada se ve de una manera, pero el que lo conoce es el que está día a día. Tendré que ahondar estos días, ver y diagnosticar cuál es el problema. Desde arriba tengo mi opinión, pero queda de puertas para dentro del vestuario”, indicó. Respecto al objetivo que le ha marcado la directiva explicó que es la salvación. “Van ocho jornadas y tampoco estamos tan mal”, dijo sin renunciar a estar lo más arriba posible en la tabla una vez salvada la categoría. “Como Rambo, iremos día a día, y para mí el día a día es el Mora”, señaló a los medios. De cara al partido del domingo en el “José Camacho”, Alcázar fue claro: “los milagros a Lourdes y para los que crean”. Por ello dijo que su trabajo en estas sesiones previas al encuentro es el de recuperar al futbolista para que que cuando salga el domingo tenga buena disposición. “Hay que devolver a la directiva su esfuerzo y al público la entrada que paga”, añadió. Del próximo rival indicó que conserva el bloque del año pasado, aunque ha variado su forma de jugar. “Tenía a Moisés y Moha, dos delanteros de 1,90 que eran un verdadero dolor de cabeza y ya no los tiene”, aunque cuenta con Gerar, procedente de la UD Talavera, y a Butra de media punta, dijo el míster, que conoce a la perfección una categoría en la que el año pasado entrenó al Villarrubia. Respecto a la forma de jugar de sus equipos, Guillermo Alcázar dijo que la marcará el devenir de los partidos y de los entrenamientos, aunque sus señas de identidad son la intensidad y querer ganar siempre. “Me formé como jugador en el Castilla y en esa casa te enseñan a ganar. Tiene que joder perder hasta en los entrenamientos”, indicó. De todas formas reconoció que ahora se tiene que amoldar a un equipo hecho y a unos futbolistas, más que amoldarse éstos a él. “Me gustaría jugar como el Barça, pero a Iniesta y Xavi no los tenemos”, contestó. A la afición, el nuevo entrenador le pidió apoyo. “Tenemos que devolverle la entrada en forma de entrega y resultados porque las ligas de los modestos se ganan en casa y les vamos a necesitar”. El míster, que reconoció que las negociaciones con el Manzanares CF fueron rápidas, recordó que ya se encontró con una situación similar cuando llegó al Daimiel. También dijo empatizar con Sergio Fernández-Pacheco, su predecesor en el banquillo franjiblanco. “A mí me pasó en el Manchego, son unos momentos duros pero nos pasa a todos. Los entrenadores vivimos constantemente con la espada de Damocles sobre nosotros”, concluyó.