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Por Juan Díaz Benito

El partido de la pasada jornada tuvo dos lecturas importantes, la primera pasó porque la afición volvió al “José Camacho” y estuvo con su equipo en todo momento.La segunda fue que la victoria se quedó en Manzanares, que el equipo de Sergio Fernández Pacheco sumó tres puntos muy importantes para mirar al futuro con optimismo. La resaca de la última jornada disputada por el Manzanares C.F. pasa por el protagonismo de la afición, en una ocasión los incondicionales del Manzanares C.F. estuvieron con su equipo y supieron sufrir con sus jugadores cuando el resultado no era el que ellos deseaban. Es evidente que esos cuatrocientos incondicionales que tiene el conjunto manzanareño se olvidaron del mal juego, de los malos resultados, sabían que los suyos los necesitaban y acudieron en número importante al partido entre manzanareños y madridejenses. La victoria del Manzanares C.F. adquiere un valor incalculable si se miran los resultados de los equipos de la parte media baja de la tabla, una posible derrota de los manzanareños les habría complicado la existencia. Los tres puntos que el Manzanares C.F. consiguió frente al Madridejos lo dejan a siete puntos o quizá ocho de la salvación matemática, es evidente que la victoria y el margen que quedan de partidos hacen más que posible el conseguir esos ocho o nueve puntos que quedan para ser la próxima temporada de nuevo equipo de tercera división. El partido puede que no fuera brillante para algunos, opinión totalmente respetable, pero sí que fue disputado y sí que sufrió el Manzanares por lo mucho que le iba en el envite. En una ocasión más los futbolistas franjiblancos, demostraron honradez, ganas, ilusión por el triunfo y una entrega fuera de toda duda en un partido complicado. El gran destacado del partido fue el juego del equipo, cada jugador supo tener rol y todos aportaron al máximo para acabar con la dinámica de malos resultados, por lo que como el fútbol es un deporte colectivo bajo nuestro particular punto de vista quien brilló fue el fútbol colectivo que se podía hacer en un día tan complicado como era el partido frente al Madridejos. Buen trabajo por líneas de todos, cada uno lo dio todo hasta que se le acabaron las fuerzas, los que salieron a sustituir a compañeros no desentonaron, muy al contrario cumplieron con creces lo que debían de hacer en el campo. Jorge Ortega, con sus dos chicharros tuvo un protagonismo especial, supo buscar el penalti y después transformarlo. En el segundo gol, Jorge aprovechó un servicio especial del maestro Elías Molina, el delantero natural de Campo de Criptana demostró la sangre fría suficiente para batir por bajo al portero del Madridejos y dejar el partido visto para sentencia. Queremos terminar este primer comentario de la semana felicitando en una ocasión más y lo haremos con toda seguridad de aquí a final de temporada en muchas más ocasiones, a los jugadores y al cuerpo técnico del club por su entrega y por su ilusión y por su profesionalidad dentro de lo que se puede pedir en esta tercera división. Animando a la junta directiva, en ese trabajo que hacen a diario para que una ciudad como Manzanares pueda mantener un equipo en tercera división. La afición es protagonista jornada tras jornada y en esta ocasión con más razón porque acudió en más número de lo habitual y volvió a despedir a los suyos entre aplausos y eso siempre es una buena señal.